domingo, 9 de marzo de 2008

Habitación 103

Aquí habitaron por un tiempo dos hermanos. De carácter disímil, cada uno hacía cosas que no eran bien vistas por los ojos del otro. En la religión que profesaban, el hermano menor tenía el mayor reconocimiento por parte de los jerarcas. En el área laboral ocurría algo similar. Un día la sangre transformó sus vidas. En el cuarto de hotel, rojo y vísceras. En la mano del hermano mayor el arma, la certeza que brinda la mirada al infinito del cadáver. Desde entonces se ha especulado sobre el sacrificio que han hecho ambos. Uno perdió la vida, el otro paga eternamente con la culpa de su crimen. La descendencia del hermano mayor pagaría exponencialmente en 7 la muerte de otros hombres. El sacrificio más grande: nacido bajo el signo de Caín.

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4 comentarios:

diabloguardián dijo...

Exquisito. Una de las más grandes habitaciones hasta el momento.

marmx dijo...

Indeed.

Sombria, viscosa, breve.

GY dijo...

¿Ya mataste a tu hermano?

Roder Ictus dijo...

Mistica, sin sentido, sin personajes, listo para publicarse en el Atalaya.